domingo, 13 de noviembre de 2011

Dime qué palabras usas en Twitter y te diré quién eres

Por Ben Zimmer (lingüista)

Los usuarios de Twitter -ya se trate de un libio que celebra la caída de Kadafi; de un oficinista neozelandés que, adormilado, comienza su día; o de un adolescente de California que usa expresiones de moda- deben tener presente que sus palabras son objeto de análisis.

Twitter significa muchas cosas para mucha gente, pero en los últimos tiempos se ha convertido en una mina de oro para académicos de campos como la lingüística, la sociología y la psicología que buscan datos de lenguaje en tiempo real para analizar.

Para los investigadores, el atractivo de Twitter reside en su inmediatez, así como en su inmensidad. En lugar de depender de cuestionarios y otros métodos que suponen mucho trabajo y gran cantidad de tiempo dedicados a la recolección de datos, los especialistas en ciencias sociales pueden aprovechar el flujo de Twitter para acceder a un torrente ilimitado de lenguaje en acción.

En la Universidad de Texas, por ejemplo, un grupo de lingüistas y psicólogos sociales monitorea Twitter para analizar los estados de ánimo durante la primavera árabe , sobre todo en Egipto y Libia. Luego de la muerte de Kadafi, el lingüista David Beaver y sus asistentes pronto contaron con miles de tweets en árabe de antes y después del hecho. Se concentraron en los mensajes procedentes de Libia mediante el uso del sistema de geocodificación de Twitter.

Los investigadores pudieron crear un panorama dinámico del tráfico de Twitter en Libia.

El tráfico general experimentó un marcado aumento en las horas que siguieron al anuncio de la muerte de Kadafi, así como también lo hicieron los términos relacionados con sentimientos positivos como “bueno” y “maravilloso”. También se observó un sentimiento religioso evidente en el importante aumento de la frecuencia de palabras como “Alá” y “sacrificio”.

En el creciente campo de la Twitterología, también se estudian los estados de ánimo en un plano más global.

Dos sociólogos de la Universidad Cornell, Scott A. Golder y Michael W. Macy, publicaron hace poco en Science un estudio que analizaba la forma en que las emociones pueden relacionarse con los ritmos de la vida cotidiana en muchos países angloparlantes. Observaron una gradual declinación de los términos positivos a partir del comienzo de la jornada laboral, descenso que alcanzaba su culminación por la tarde.

Una de las críticas que se le hacen al “análisis del sentimiento”, como se llama a ese tipo de investigación, es que adopta una posición ingenua en relación con los estados emocionales y asume que el ánimo personal es algo que puede deducirse de la selección verbal.

Eso podría resultar especialmente peligroso en un medio como Twitter, donde el sarcasmo y otros usos lúdicos del lenguaje suelen subvertir el significado superficial.

James W. Pennebaker, un psicólogo social de la Universidad de Texas y pionero del programa de análisis de texto que se utiliza con frecuencia en este tipo de investigación, advierte que las palabras de emociones negativas y positivas son “la fruta más a mano” de ese tipo de estudios y que es necesario hacer un análisis lingüístico más profundo para obtener un “panorama más rico y sutil” de la forma en que las personas se presentan ante el mundo.

Sin embargo, si bien no podemos esperar que Twitter sea un barómetro emocional exacto, resulta ser en extremo valioso para entender cómo varía el lenguaje entre grupos demográficos diferentes . Un grupo de lingüistas de la Universidad Carnegie Mellon que dirigieron Jacob Einsenstein y Brendan O’Connor usa tweets geocodificados para crear mapas de uso regional del lenguaje en los Estados Unidos. La cantidad de datos disponibles para el análisis es mucho mayor de la que podría reunirse con las tradicionales encuestas dialectales.

De todos modos, a los twitterólogos les va a resultar difícil justificar su investigación ante quienes consideran que Twitter es una forma trivial de comunicación.

Nada menos que Noam Chomsky habló hace poco de la “superficialidad” de Twitter.

“No es un medio de intercambio serio”, dijo Chomsky, acusación general que ignora la diversidad de voces que puede encontrarse en Twitter. Independientemente de la falta de seriedad que parezcan tener los intercambios vía Twitter en un plano superficial, muchos de los lingüistas colegas de Chomsky descubren que Twitter puede contribuir a revelar verdades sobre nuestras interacciones sociales.

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